Una primavera en Mallorca: A partir de febrero, una estampa típica de Mallorca son sus campos de almendros (prunus dulcis) en flor. Estampa no por típica menos hermosa.

Las flores de almendro son similares a las del cerezo, de hecho ambos árboles pertenecen a la misma familia: las rosaceae. Los pétalos de la flor de almendro van desde el blanco al color lila pasando por un rosa tenue. Así que, forman un espectáculo precioso que emite un sutil y particular aroma dulce.

Durante la primavera en Mallorca también resulta enternecedor contemplar multitud de corderitos a lo largo de estos meses. Su fin será, en muchos casos, menos idílico, pero sin duda es bonito verlos corretear balando detrás de sus madres. La cabaña ovina de Baleares cuenta con aproximadamente 300.000 cabezas de ganado.

Existe un tipo de oveja autóctona, la oveja mallorquina, que está bien adaptada a las características del alimento que puede hallar en la isla. Antiguamente, los ejemplares de esta especie que se encontraban en la Serra de Tramuntana pastaban libremente, recogiéndose solo dos veces al año.

Oveja mallorquina

Por último, y para los más valientes, el mar tiene en Mallorca un color precioso durante la primavera. Está mucho más transparente que en verano y su temperatura no suele bajar de los 15 grados centígrados. La media de temperaturas ambiente en toda la primavera es de unos 18 grados, pero habitualmente se alcanzan temperaturas más elevadas durante las horas centrales del día.

Desgraciadamente, hay muchas primaveras en Mallorca con pocas lluvias, así que es este un tiempo ideal para hacer cicloturismo, nadar, bucear o practicar paddle surf, con la protección de un traje de neopreno.

Ruta Palma - Lloret de Vistalegre

George Sand odió su invierno en Mallorca. Tal vez el problema no estuvo en la poca hospitalidad que por lo visto recibió, en el contraste de ideas, la humedad de la Cartuja de Valldemosa o el pequeño detalle de que en la isla estaba declarado el estado de guerra, porque en 1839 todavía se desarrollaba la primera guerra carlista. Puede que simplemente ella, sus hijos y Frédéric Chopin eligieran mal el momento de visitar Mallorca.