El Beato Ramon Llull fue el primer mallorquín que se retiró a Randa en 1273 para hacer vida contemplativa. En el centro de la isla de Mallorca, entre los términos municipales de Algaida y Llucmajor, se alza la montaña de Randa donde se encuentran la Ermita de Sant Honorat, el Santuario de Nostra Senyora de Gràcia y el Santuario de Nostra Senyora de Cura.
Para acceder a la montaña se debe llegar a la pequeña población de Randa, a los pies del macizo del mismo nombre, y seguir la carretera que conduce hasta la cumbre del Puig de Cura.
En primer lugar encontramos el Santuario de Nostra Senyora de Gràcia, que tiene su origen en la Cueva de s’Aresta donde a mediados del siglo XV empezaron a vivir dos frailes franciscanos y la convirtieron en ermita.
Orientado a levante, se encuentra ubicado bajo un barranco a los pies de la Ermita de Sant Honorat y ha estado estrechamente relacionado a lo largo de la historia con Llucmajor, pueblo desde donde salía el camino viejo que conducía al santuario.
Más adelante, se encuentra la Ermita de Sant Honorat.
Arnau Desbrull, caballero de la nobleza que había escogido la vida de ermitaño, solicitó en 1394 al Obispo de Mallorca, después de vivir treinta años en la montaña, permiso para edificar la capilla de Sant Honorat.
Una vez concedida la autorización, Arnau Desbrull escogió la parte de la montaña que mira hacia el sur para edificar la ermita, que fue inaugurada en 1397.
En 1661, debido al estado ruinoso de la primitiva ermita, se edificó la iglesia que existe actualmente.