Este itinerario que presentamos pretende mostrar al senderista el punto más elevado de la península de Alcúdia. Con la subida a la Talaia (446 m.) el caminante se verá recompensado con sus panorámicas. Nuestra ruta discurre por la finca pública de la Victòria, que separa las bahías de Pollença y Alcúdia.
Atalaya de Alcúdia
RECORRIDO: 4,92 km
DIFICULTAD: Fácil.
RECOMENDACIONES: Conviene llevar agua. En verano debemos tener precaución a las horas centrales del día ya que pueden resultar demasiado calurosas para realizar la subida.
DESCRIPCIÓN:
El punto de inicio es la Ermita de la Victòria, donde dejaremos el coche y ascenderemos por una pista forestal en dirección a la Talaia.
Tras 15 minutos caminando y después de una curva cerrada nos encontramos a nuestra izquierda unos escalones cortados sobre la roca, se trata del camino de “sa Penya Roja”. Ignoramos la desviación y continuamos por el mismo camino y después de una curva a la izquierda, divisamos una barrera que debemos sortear por un “botador” situado a su derecha, a partir de aquí la pendiente se va suavizando hasta llegar al “Pla de sa Talaia”, el bosque de pinos se despeja y comienza a aparecer alguna encina y carrizo, ofreciendo una vista sobre las dos bahías (Pollença y Alcúdia).
Pronto podremos ver sin impedimentos nuestro objetivo y el camino que se dirige al “pas de s´Aritja”. Ahora el trazado se endurece por el grado de pendiente que ofrece y sin darnos cuenta nos encontramos al pie del acantilado, donde el camino busca los lugares de mejor acceso para proseguir.
Llegados al “portell” natural en la propia roca que da paso a la otra cara de la montaña, donde continuaremos por el camino que busca la Talaia y en sendos zig-zags por la loma hasta alcanzar la cima. Donde podemos contemplar una vista que pocos lugares como este ofrece a los senderistas, desde “cap Formentor” a “cap Ferrutx”, y por tierra adentrándose hasta las poblaciones de “es pla des Raiguer” y “Serra de Tramuntana”.
En la cumbre encontramos los restos de Sa Talaia de La Victòria, la construcción que formaba parte del conjunto de torres y atalayas dispuestas en puntos estratégicos del litoral para vigilar la costa y transmitir los avisos de peligro mediante señales de humo durante el día y de fuego por la noche. La estrategia permitía comunicar rápidamente las noticias, hasta que llegaban al centro de ordenamiento que estaba en Palma.
El regreso lo haremos por el mismo camino.