Porto Cristo, ubicado en un lugar privilegiado de la costa levantina, es uno de los atractivos turísticos más importantes de Mallorca. Se localiza a 65 kilómetros de Palma, en el municipio de Manacor. Su población ronda los 5.000 habitantes, aunque la presión demográfica es mayor en los meses de verano con la llegada de los residentes de temporada.
- Cómo llegar: Carretera Ma-15 hasta Manacor y Continuar 12km por la carretera del puerto siguiendo las indicaciones.
- Qué visitar: El puerto, la Basílica de Sa Carrotja, las cuevas del Drach y las Cuevas dels Hams, la Torre del Serral dels Falcons.
- Dónde comer: En la zona del puerto encontraremos una gran variedad de restaurantes.
- Gastronomía popular: Pescados y paellas.
- Sitios de interés cercanos: Calas de Mallorca, Cala Rajada.
Habitada desde los tiempos prehistóricos, Porto Cristo ha sido tradicionalmente refugio de pescadores, cuya actividad portuaria se remonta a la dominación romana.
Los restos de la Basílica de Sa Carrotja se asocian a las primeras etapas del Cristianismo en la isla. Dice la leyenda que unos marineros italianos llegaron al puerto tras una fuerte tormenta, dejando allí, en agradecimiento, la figura de un cristo que daría así nombre a la ciudad.
Su puerto natural, uno de los más grandes de la isla, da cobijo a una playa de arena fina resguardada de los temporales marinos, cuyas aguas se inundan con embarcaciones de auténtico sabor tradicional. Es además, un lugar ideal para practicar deportes acuáticos. La playa ofrece todos los servicios comunes, como sombrillas, hamacas o alquiler de patines de agua. Además, varias compañías organizan excursiones en barco por el litoral.
La localización cercana de las Cuevas del Drach y las Cuevas dels Hams, una de las maravillas subterráneas que esconde la isla, ha provocado una mayor afluencia de turistas extranjeros en la zona.
Otro atractivo en los alrededores de Porto Cristo son las conocidas Calas de Mallorca, un conjunto de playas paradisíacas, de fina arena y aguas cristalinas ideales para el baño.
Cala Magrana, Cala Domingos o Cala Anguila son algunas de las joyas del Mediterráneo que encontramos en Mallorca. Se conservan como piedras preciosas en bruto, lugares fenomenales para disfrutar de un baño de verano lejos del bullicio de la ciudad y de las concentraciones masivas de turismo.