La Ensaimada de Mallorca es un alimento de masa azucarada, fermentada y horneada, elaborada con harina de fuerza, agua, azúcar, huevos, masa madre y manteca de cerdo.
Es un producto de repostería de gran tradición en la Isla, ya que desde muy antiguo y de forma continuada se elabora y consume en Mallorca.
En el siglo XVII encontramos las primeras referencias escritas sobre la Ensaimada mallorquina. En esta época, aunque el destino principal de la harina de trigo era la elaboración de pan, existen documentos en los que consta la elaboración de ensaimadas mallorquinas con motivo de fiestas y celebraciones.
A partir del siglo XVIII, su consumo se popularizó entre las clases media y alta, acompañando al chocolate a la taza. Siendo también objeto de obsequio.
Durante el siglo XIX la ensaimada logró una importante popularidad y difusión más allá de la propia isla. Se editaron numerosas publicaciones –recopilaciones de recetas, tratados de repostería, libros de viajes– en las que se hacía referencia a la Ensaimada de Mallorca, explicando su método de elaboración o describiéndola como un producto típico y habitual de Mallorca.
En el siglo XVII encontramos las primeras referencias escritas sobre la Ensaimada mallorquina.
Las referencias históricas demuestran que la Ensaimada de Mallorca forma parte del acervo cultural e histórico de Mallorca, constituyendo un referente en la repostería propia de la isla, que en el día de hoy conserva todas sus características tradicionales.
La Ensaimada mallorquina es un producto típicamente artesano, siendo fundamental la experiencia del elaborador para conferir al producto sus características.
En Mallorca existe una gran tradición panadera y pastelera, siendo éste uno de los gremios más antiguos, data del siglo XIV.
Esta tradición del sector queda de manifiesto al analizar la antigüedad media de los hornos de Mallorca, de los que más del 50% de los actualmente existentes superan los 150 años, muchos de ellos regentados por quintas generaciones de pasteleros.
La Ensaimada de Mallorca obtuvo el 1996 su protección como Denominación Específica y en el 2003, el gobierno de las Islas Baleares, aprobó el Reglamento, actualmente vigente, que la reconoce como Indicación Geográfica Protegida.
Características
La forma de la ensaimada de Mallorca es una espiral de dos o más vueltas en el sentido de las agujas del reloj.
El aspecto de la cubierta es con irregularidades, de color dorado y de textura firme, crujiente y quebradiza.
La base es lisa y de aspecto untuoso al tacto, debido a la acumulación de la manteca de cerdo en esta zona.
El interior es blando, con fácil percepción visual del hojaldrado interior.