El turismo de cruceros en el Mediterráneo está viviendo un boom sin precedentes, con un pronóstico de 8 millones de pasajeros para 2028.
Ante este escenario, el CMMI (Cyprus Marine and Maritime Institute) ha encendido las alarmas y ha presentado un plan de acción basado en prácticas sostenibles para mitigar el impacto ambiental de esta industria.
El proyecto europeo ECO-CRUISING servirá de guía para implementar medidas concretas y proteger uno de los mares más valiosos del planeta.
El turismo de cruceros, una amenaza creciente para el Mediterráneo
Un reciente estudio del Instituto Marítimo y Marino de Chipre (CMMI) ha encendido las alarmas sobre el creciente impacto del turismo de cruceros en el Mediterráneo.
Según el ‘Análisis de Impacto Ambiental’ (EIA) del proyecto europeo ECO-CRUISING FU_TOUR, podría ver duplicarse el número de pasajeros en los próximos años, pasando de 5,5 millones a entre 7 y 8 millones en 2028.
Esta afluencia masiva de turistas, especialmente concentrada en puertos pequeños y medianos, está generando una presión sin precedentes sobre los ecosistemas marinos y costeros, saturando infraestructuras y poniendo en riesgo el patrimonio cultural.
La degradación ambiental, la sobreexplotación de recursos y la alteración del equilibrio social son algunas de las consecuencias más preocupantes de este fenómeno.
Ante este panorama, el CMMI ha propuesto una serie de medidas para mitigar el impacto del turismo de cruceros, entre ellas destacan:
- Un mayor compromiso de las autoridades locales:
Las administraciones públicas tienen un papel fundamental en la gestión del turismo sostenible, pero a menudo priorizan los beneficios económicos a corto plazo en detrimento de la protección ambiental a largo plazo.
Se necesitan políticas más ambiciosas y una coordinación efectiva entre los diferentes actores involucrados. - Una mayor cooperación de la industria turística:
Las empresas del sector tienen que asumir su responsabilidad y adoptar prácticas más sostenibles.
Esto implica reducir su huella ecológica, invertir en tecnologías limpias y colaborar con las comunidades locales. - Un cambio en el comportamiento de los turistas:
Los viajeros deben ser conscientes del impacto de sus acciones y adoptar hábitos más respetuosos con el medio ambiente.
La promoción de un turismo responsable, a través de campañas de sensibilización y la oferta de alternativas sostenibles, es clave para lograr este objetivo.
El CMMI advierte que la situación es urgente y requiere una acción coordinada de todos los agentes implicados.
Si no se toman medidas efectivas, el turismo de cruceros podría convertirse en una amenaza irreversible para el equilibrio ecológico y social del Mediterráneo.
