El Myotragus Balearicus era un mamífero, endémico de Mallorca. Fue descubierto en 1909 por la paleontóloga Dorothea Bate. Se trata del mamífero de mayor tamaño de las islas, parecido a la gacela, que pertenecía al grupo de los antílopes.
El nombre de Myotragus proviene del griego y significa “cabra-rata”. Se cree que este mamífero llegó a Mallorca cuando todavía las islas estaban unidas a la plataforma continental, hace más de cinco millones de años.
Una vez que nuestras islas quedaron separadas del continente, sus ancestros quedaron aislados, se encontraron sin depredadores importantes que los amenazasen y evolucionaron de manera diferente de los que había fuera de las islas, adaptándose perfectamente al hábitat insular.
Tanto machos como hembras tenían dos pequeños cuernos, finos y afilados, que partiendo de la frente se alargaban hacia la parte posterior. El Myotragus Balearicus era de talla más bien pequeña, unos 50 centímetros de altura y unos 10-12 kilos de peso.
A falta de otros depredadores en su entorno, su sistema locomotor se adaptó a correr muy poco, se hizo lento de movimientos y perdió la capacidad de saltar.
Su sistema ocular sufrió variaciones, la posición de sus ojos era frontal, siempre miraba al frente, ya que a falta de otros competidores, no necesitaba tener precauciones de posibles peligros que le pudieran venir de los costados.
Todos estos cambios morfológicos fueron negativos para su evolución, ya que facilitaron su captura por parte del hombre cuando colonizó las Baleares.
Los restos de este animal han sido encontrados al lado de objetos o huesos humanos, lo que evidencia que el hombre convivió con este animal y lo domesticó, seguramente, lo extinguió de las islas para alimentarse.
El Myotragus Balearicus es la única especie doméstica y extinguida que se conoce en el mundo. Los testimonios más recientes de su presencia en Mallorca datan del 2030-170 aC.
En Mayo del 2010 un grupo de paleontólogos realizan una nueva y fructuosa expedición en la Cova des Pas de Vallgornera (Llucmajor), en la que ya se han alcanzado los 65 kilómetros topografiados, descubriendo en una aislada galería denominada «Tragus» el esqueleto completo de Myotragus más antiguo conservado, de unos dos millones de años, perteneciente a un eslabón perdido en la cadena evolutiva de la «cabra-rata» entre el Myotragus antiquus y Myotragus kopperi.