La bahía de Palma ofrece una de las imágenes más características y conocidas de Mallorca. Su extensión abarcan tres municipios –Palma, Llucmajor y Calvià– y la convierte en una de las mayores del Mediterráneo..
Reúne las principales zonas turísticas de la isla, como la Playa de Palma, Magalluf, Palmanova y Santa Ponça, que por sí solas aglutinan una parte importante de la oferta hotelera y comercial. Y por supuesto Palma, la capital balear, cuyo puerto es uno de los más importantes del Mediterráneo.
En 2011 los cinco puertos de interés general de Baleares recibieron 1,6 millones de turistas de crucero y 745 escalas de buques, y la mayor parte de este tráfico lo absorbió la capital mallorquina. Posee cuatro zonas diferenciadas -muelles comerciales, muelle de Poniente, dársenas deportivas y el dique del Oeste- y el Club Náutico, que cada año celebra dos de los principales eventos deportivos de su ámbito: la Copa del Rey de vela y el Trofeo Reina Sofía. Sobre el dique del Oeste se proyecta una ampliación que permitirá mejorar notablemente las instalaciones.
El Paseo Marítimo recorre la bahía mallorquina en su tramo urbano. Ganado al mar en los años 60, tiene una longitud de 5,5 kilómetros y está dedicado al ingeniero mallorquín Gabriel Roca, su principal impulsor. En su recorrido cuenta con más de 700 palmeras. La catedral, de estilo gótico, se asoma a la bahía y su construcción se inició en 1229, después de la conquista de Mallorca por la Corona de Aragón.
Otro de los perfiles característicos del paseo es el de los antiguos molinos de viento de la marinera barriada de Es Jonquet, hoy reconvertidos en bares y discotecas.
La bahía de Palma limita al oeste con Cala Figuera y al este con Cabo Blanco, e incluye la pequeña bahía de Illetes, cubierta de bellos pinares. Es la primera imagen que reciben los turistas que llegan a la isla por mar. Posee uno de los carriles bici más completos de Mallorca, que en sus 13 kilómetros permite recorrer los diferentes distritos hasta llegar a s’Arenal.