La ciudad romana de Pollentia en Mallorca, se encuentra ubicada en el exterior de las murallas medievales del centro histórico de Alcúdia. Es una de las dos ciudades fundadas por el cónsul Quintus Caecilius Metellus, jefe de la expedición romana que dominó la isla en el año 123 a.C.
El yacimiento ocupa una superficie de unas doce hectáreas y el conjunto incluye el barrio residencial de la Portella, donde las excavaciones han hecho visibles dos calles y diversas casas, y el Foro, plaza pública donde se han descubierto singulares edificaciones como el templo capitolino dedicado al culto imperial.
A partir del siglo III d.C. se construyó una muralla de la cual se conservan cien metros. En las afueras de la ciudad, a unos diez minutos a pie, se ubica el teatro romano construido a finales del siglo I d.C. con una capacidad para dos mil personas. La ciudad romana inició su decadencia a partir del siglo IV d.C., especialmente después de las invasiones de vándalos y bizantinos.
Aunque las ruinas de la ciudad eran conocidas desde el siglo XVI, las primeras excavaciones no se realizaron hasta principios del siglo XX, a causa en buena parte de la confusión generada con el nombre de la ciudad ya que se consideraba que la ubicación de la antigua Pollentia tenía que coincidir con la actual Pollença, población vecina que ha conservado esta denominación.
Desde el año 1957 un equipo dirigido por A. Arribas, M. Tarradell y D. Woods realiza una campaña anual de excavaciones, patrocinada por The William L. Bryant Foundation. Durante los trabajos se han hecho importantes descubrimientos arqueológicos, como una cabeza de niña de bronce o diversas monedas, que se conservan en el Museo Monográfico de Pol·lèntia.
Los hallazgos indican que ésta fue una ciudad rica y refinada, conectada y vinculada económicamente con Roma, Hispania y el norte de África.
La ciudad romana de Pollentia está calificada como Bien de Interés Cultural y también como Conjunto Histórico Artístico, junto con el centro histórico de Alcúdia.