Las especies tropicales de macroalgas y plantas marinas colonizan el mar Mediterráneo a un ritmo alarmante, superando a las especies nativas templadas.
Científicos piden medidas urgentes para combatir la proliferación de algas tropicales.
Un estudio del IMEDEA-CSIC-UIB revela que este fenómeno se debe a su alta adaptabilidad a las temperaturas cambiantes y a su capacidad para colonizar nuevos hábitats.
El aumento de la temperatura del Mar Mediterráneo en las últimas dos décadas, impulsado por el cambio climático, ha creado un entorno favorable para la proliferación de estas especies invasoras.
Calentamiento del Mediterráneo impulsa la expansión de algas tropicales
El mar Mediterráneo se ha convertido en un punto crítico para la llegada de especies invasoras debido a su intensa actividad marítima y la apertura del Canal de Suez.
Los macrófitos marinos, que engloban tanto macroalgas como fanerógamas marinas, son uno de los grupos taxonómicos más abundantes de especies invasoras en la región. Su capacidad de adaptación y colonización ha facilitado su rápida expansión.
Las especies tropicales, las más beneficiadas
El estudio, que analiza dos siglos de datos, muestra que las tasas de invasión se han acelerado desde la década de 1990, especialmente en las especies tropicales y subtropicales.
Un futuro aún más cálido, las especies que experimentan temperaturas mínimas 2-3 grados más altas en su rango nativo que en el mar Mediterráneo son las que exhiben las mayores tasas de expansión.
“Comparamos la temperatura del agua a la que estas especies se encuentran expuestas en su rango nativo con la temperatura a la que se encuentran expuestas en el mar Mediterráneo, y observamos que la mayoría de estas especies experimentan temperaturas mínimas considerablemente más bajas en el Mediterráneo que en su rango nativo».
«Esto nos indica que la mayoría de estas especies tropicales y subtropicales no están limitadas por las temperaturas invernales más frías del mar Mediterráneo, probablemente debido a la plasticidad de su tolerancia térmica mínima».
Marlene Wesselmann, primera autora del trabajo y Núria Marbà, científicas del IMEDEA, advierten que el calentamiento futuro del Mediterráneo, especialmente en verano, creará un hábitat aún más favorable para las especies tropicales.
La proliferación de estas especies invasoras puede tener graves consecuencias para los ecosistemas marinos mediterráneos, alterando la competencia por recursos, modificando las cadenas tróficas y afectando la biodiversidad local.
Es necesario un mayor esfuerzo para comprender y gestionar las especies invasoras en el Mediterráneo para mitigar sus impactos negativos y proteger la salud de este mar único.
Los resultados del trabajo, que se publica en la revista Global Change Biology,