Las “Xeremies” mallorquinas o “Xeremia” es un instrumento musical de la familia de las cornamusas y es el instrumento que da nombre al grupo de “xeremiers”.
Xeremía
Esta cornamusa se compone básicamente de un recipiente de piel (actualmente se utilizan otros tipos de materiales) dónde se acumula el aire, denominado Saco o Zurrón, de él salen tres orificios: el Soplete, que es la pieza que, como dice su propio nombre, sirve para soplar permitiendo así hinchar el zurrón, de aquí el aire se distribuye, por una parte hacia al Grall y por una otra hacia el Braguer, que es la pieza encargada de llevar el aire hacia la Trompa y hacia los Bordones cuando se trata de una “Xeremia” de tres Bordones. Las “Xeremies” tradicionales no tienen Bordones (que suenen), sino que sólo tienen tres “Fillols” como adorno.
El “xeremier” coge el instrumento aguantándolo con el codo y el antebrazo y, presionando el zurrón contra su cuerpo, hincha el saco por el soplete y las dos manos las ocupa para hacer sonar las melodías con el “grall”. Para conseguir que la “xeremia” suene se debe presionar con el codo y el antebrazo, con fuerza, el zurrón. Esta presión debe ser continua, compensando en todo momento la carencia de entrada de aire dentro el saco.
No es fácil conseguir un buen sonido continuado, de hecho es más difícil dominar el volumen necesario de aire para hacer sonar bien “Ses Xeremies” que conseguir hacer sonar las melodías al “grall”. El sonido que sale por la trompa es una nota continua, a modo de nota “pedal”, el sonador no se debe preocupar por esta parte del instrumento, puesto que al tener una entrada continua de aire, el sonido se reproduce de una manera automática.
Todas estas partes de las “xeremies” que se denominan anteriormente, forman el instrumento. La cultura popular mallorquina dice que, para que la madera sea buena y duradera, el árbol se debe cortar en luna vieja de febrero (si es de hoja caduca) o en luna nueva de febrero (si es de hoja perenne).
