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En la Serra de Tramuntana laten las raíces más hondas y genuinas de la cultura autóctona de Mallorca

La acción del hombre sobre el paisaje de la Serra de Tramuntana es evidente, las primeras evidencias de su presencia datan de hace unos cinco mil años, posteriormente los nuevos pobladores nos han dejado huellas talayóticas, romanas, musulmanas y cristianas.

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Su legado constituye un testimonio único y genuino que necesita ser preservado. Esta alineación montañosa tan espectacular: acantilados, gargantas, calas, peñascos y valles, posee 90 kilómetros de largo y marcadas diferencias de altura que van desde el nivel del mar hasta los 1.445 metros de su mayor cota: el Puig Major.

Los rigores del clima y las dificultades del terreno llevaron a sus pobladores a idear ingeniosas técnicas para su subsistencia. Durante la época islámica se implantaron sistemas de captación y distribución de agua para regadío, y se aprovecharon las laderas de las montañas para la agricultura. El cultivo del olivo y la vid florecieron a partir de la colonización catalana. El aprovechamiento sostenible de los recursos naturales contribuyó a la conservación de los diferentes hábitats, de la flora y fauna. Muchas de estas especies son endémicas, el ferreret, un sapo diminuto descubierto por la zoología en 1980, o el buitre negro, voltor negre, elegida ave del año 2010 por SEO/Birdlife, son quizás sus especies más emblemáticas.

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Un elemento revelador de la intervención humana sobre el entorno de la Serra de Tramuntana, es el conjunto de construcciones realizadas con la técnica de la piedra en seco: bancales (marjades), caminos de carro, barracas de carbonero, canalizaciones de agua, etc. Desgraciadamente, el decaimiento de las actividades tradicionales del lugar está amenazándo seriamente este patrimonio.

En la Serra de Tramuntana existen 19 municipios, los más pintorescos y frecuentados son Estellencs, Banyalbufar, Valldemossa, Deià, Sóller, Fornalutx, Lluc o Pollença. La carretera que los enlaza ofrece unas vistas extraordinarias sobre la costa norte mallorquina, su recorrido está delimitado por numerosos vestigios históricos: torres de defensa medievales, posesiones, monasterios, iglesias, restos de poblados talayóticos, castillos roqueros y algún palacio de la dinastía del reino de Mallorca.

Estos parajes montañosos fascinaron a los pintores, que desplegaron su genio tratando de plasmar en sus pinturas los efectos de la intensa y cambiante luz del día sobre los paisajes.

El inmenso legado inmaterial que comprenden los usos sociales, los actos festivos, la tradición oral que perdura en los topónimos, glosas y leyendas; la sabiduría popular que resguarda la artesanía, la gastronomía…son conocimientos y técnicas susceptibles de desaparecer, y que son claves para conocer la diversidad de nuestro pasado y la memoria de los pueblos que aquí se desarrollaron.

Es necesario salvaguardar y valorizar el patrimonio de la Serra de Tramuntana para preservar este conjunto cultural y, a la vez, su paisaje, por ello el Consell de Mallorca impulsó esta ambiciosa iniciativa: la inscripción de la Serra de Tramuntana en la categoría de “paisaje cultural” del Patrimonio Mundial de la Unesco. Para la UNESCO, los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad deben contar con un plan de acción que garantice la conservación del lugar y que los beneficios derivados de la declaración reviertan directamente en la población local. Ajustándose a estas directrices, el Consell de Mallorca diseñó un plan de gestión, que ha contado con una importante participación de entidades sociales y culturales de la comarca.


VISITAS GUIADAS PROGRAMADAS EN EL PARAJE NATURAL DE LA SERRA DE TRAMUNTANA

Se trata de visitas generalmente gratuitas dirigidas al público en general. Se requiere inscripción previa.

Máximo 25 personas. Se recomienda llevar calzado cómodo, agua y merienda.

TELÉFONO DE RESERVA DEL PARAJE: 971 51 70 83.

 

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