El nombre del instrumento proviene, según el mito popular, de su semejanza con lo cabeza de una oca. El creador de la forma más corriente y de uso actual fue Giuseppe Donati, un hornero nacido en esa pequeña población a principios del siglo XIX. Sobre el molde de un antiguo instrumento de fango y a través de experimentos Donati llegó a consolidar la forma de la ocarina actual.
La introducción de este ‘nuevo’ instrumento, por los derredores del año 1853 fue todo un éxito en el mundo musical de la época, y permitió a Donati a dedicarse a actuar como a solista acompañado de otros músicos. Bajo su influencia se consolidaron en la misma zona diversos constructores, entre los que destacan Cesare Vicinelli, el cual en 1887 instaló su taller de ocarinas en la calle Jovellanos de Palma de Mallorca, y así comienza la tradición de la ocarina mallorquina.
Hubo fábricas de ocarinas en Palma, Manacor, Bunyola y en Pollença. Existieron bandas de ocarinas que daban conciertos en las Iglesias por su acústica.
La colección mallorquina consta de 7 tamaños (desde la soprano de unos 10 cm. hasta el contrabajo de unos 35 cm). Actualmente existe una colección de ocarina mallorquina en el Museo de la Porcíncula de Palma.
CARME OCARINA
Maestra Artesana por la Dirección General de Comercio y artesana de ocarinas. Bajo el maestrazgo de Benet Mas en Santa María, se dedica desde 1987 a la construcción de este instrumento. En los últimos años ha centrado su actividad especialmente a la búsqueda, investigación y la recuperación de la ocarina como instrumento artesanal y tradición musical, actividad que incluye, desde hace dos años, la dirección de la Octava Musical, una formación de ocarinas que ha participado ya en varias actuaciones en Mallorca (Santa María del Camí y en Marratxí), en Catalunya y en Cantabria. Tiene instrumentos de su taller expuestos en el Centro Etnogràfico Fundación Joaquín Díaz de Valladolid y en el Museu d’Agost – Centre d’Alfarería (Alicante).