A las once aún falta media hora para que lleguen los autobuses, pero en Embutidos Matas ya ultiman los detalles. El comedor para 157 comensales está convenientemente listo y ambientado: cortinas de roba de llengo (tela de lenguas), antiguas herramientas de la payesía en las paredes y las mesas preparadas para degustar el abanico de productos típicos que harán las delicias de paladares procedentes de países donde, si alguna vez han oído hablar de la sobrasada o el camaiot, probablemente es porque los han probado en la empresa de Maria de la Salut.
Los autobuses no se retrasan. Si no aparecen a una hora prefijada al minuto es porque llegan del mercado de Sineu, donde los turistas tienen mucho que ver. Finalmente, varios autobuses azules del touroperador que sonríe hacen su aparición. Bajan ordenadamente los grupos de alemanes. Son alemanes, pero podrían ser ingleses. O rusos, mercado que despunta como extraordinario consumidor. Bajo la mirada del guía, los alemanes entran en el edificio y guardan cola ante un gran buffet donde dos enormes sobrasadas rojas presiden un surtido de longanizas, queso, camaiot y butifarrones, grandes cantidades de pan, tomates y aceites, con sal, pimienta y azafrán al gusto. Todo de primera calidad y, en el caso de los embutidos, elaborados con patente propia y sin la sangre del animal.
La cola avanza sin largas esperas. Los turistas, bien provistos, pasan al comedor, donde se les agasaja con un chupito de un líquido oscuro que resulta ser Mescladís de Matançes, elaborado para Embutidos Matas. Otro día será Licor de Ensaimada, o de Hierbas. Pero el de hoy se trata del licor vigoroso, a base de palo y anís, que acostumbran a beber los „matancers“ para entrar en calor y acometer en mejores condiciones su dura tarea. A partir de ahí, los turistas comen y beben en un ambiente que invita a la relajación. La sobremesa puede prolongarse más de una hora si se trata de sobrios alemanes, y hasta tres en el caso de rusos, que terminan sintiéndose como Pedro por su casa en las instalaciones de la empresa de Maria de la Salut.
No cabe duda de que Embutidos Matas dio en el clavo cuando hace tres años decidió extender sus degustaciones al turismo extranjero. De enero a junio ha recibido 4.919 turistas extranjeros, un millar más que en el mismo periodo de 2013. Este verano recibe también a turistas polacos.
Llega el momento de levantarse, dar un corto paseo hasta la tienda, donde si lo desean pueden hacer acopio de productos, y volver al autobús. Mallorca es rica en enclaves paradisíacos y el espectáculo debe continuar. ¿Dónde se dirigen ahora? Sin duda, a uno de los mejores lugares para hacer la digestión: las doradas playas de Formentor.
+Info: Embotits artesanals Matas, Mallorca: www.embutidosmatas.com