Valldemossa forma parte del valle de la Sierra de Tramuntana, repleto de olivos y almendros. Es rica en manantiales y está rodeada de una abundante y frondosa vegetación.

Ofrecen un encanto especial sus calles empinadas y estrechas. Se conserva en el pueblo la casa natal de Santa Catalina Thomás.

Valldemossa es una población ligada a La Cartuja, monasterio que data originalmente del siglo XIV.

Alrededor del año 1300, el rey Jaume II se construyó un pequeño palacio que posteriormente regaló a su hijo el rey Sancho, y que a su vez al poco tiempo donó a los monjes cartujos para que se establecieran en él.

Adosado al palacio, se alzó la Cartuja, conservándose hoy en día ambas construcciones, aunque con sucesivas reformas hechas en el transcurso de estos siglos.

Además de los ilustres huéspedes que fueron Chopín y George Sand, en la Cartuja pasaron temporadas personajes de la talla de Rubén Darío, Jovellanos, Santiago Rusiñol y otros muchos.

La Cartoixa de Valldemossa, Mallorca
La Cartuja de Valldemossa, Mallorca

Hoy residen en Valldemossa pintores y artistas de renombre.

A 5 km de dicha localidad está Miramar, antigua residencia del Archiduque Luis Salvador de Austria. El Monasterio de Miramar fue fundado en 1276 por Jaume II, a petición de Ramon Llull, para acoger un colegio de misioneros dedicado a la enseñanza del árabe y otras lenguas orientales.

Miramar es famoso porque allí instaló Nicolás de Calafat la primera imprenta que hubo en la isla.

Valldemossa realmente es un pueblo con encanto, que ha sabido conservar el estilo y el sabor de los lugares de hace siglos. Algunas de las casas mantienen en su fachada el año de su construcción, también existe alguna fachada antigua rematada con símbolos masónicos, señal de que este pueblo lleva siglos siendo el retiro de artistas e ilustrados.

Coca de patata
Recomendamos buscar un horno y probar la “coca de patata”. Son unos bollos espolvoreados de azúcar, que están absolutamente deliciosos, para chuparse los dedos. No hay nada más placentero en esta época del año, que sentarse en una de las tantas terrazas de Valldemossa y tomarse un aperitivo con el manjar divino de esta tierra, la coca de patata.

Valldemossa, Mallorca