Las Bodegues Macià Batle se ubican en el término municipal de Santa Maria del Camí, en el corazón de Mallorca. La empresa inició su andadura en 1856 y hoy es una de las más arraigadas de la isla.

Sus vinos tinto, blanco, rosado y reserva con Denominación de Origen Binissalem-Mallorca se exportan a toda Europa -sobre todo Alemania, Reino Unido y Suiza-, pero se consumen sobre todo en la Isla. Aquí sus principales clientes son los turistas y, cada vez más, los propios mallorquines, atraídos por los numerosos premios internacionales que estos caldos autóctonos han conseguido en todo el mundo.

Lo afirma el gerente, Ramón Servalls, mientras atiende a un grupo de extranjeros que de forma improvisada ha detenido su convoy de todoterrenos al avistar desde la carretera los verdes viñedos y la llamativa arquitectura del recinto.

Es sábado de una soleada mañana de mayo y el vino demuestra su potencial como atractivo turístico. Los extranjeros -alemanes, para más señas- se desperdigan por la Recepción y la sala de catas, escaleras abajo, de cuyas paredes cuelgan los artísticos carteles promocionales de las últimas campañas.

Hay también visitas guiadas a Bodegues Macià Batle para quienes quieran conocer con más detalle el proceso de vinificación, embotellado y crianza, como atestigua un autobús privado estacionado en la entrada.

Según Servalls, al año el recinto es visitado por más de 10.000 personas.

Junto a los vinos, se ofrece un selecta colección de almendras, vinagre, paté de aceituna negra y aceituna «trencada», tomates secos y en aceite, paté con vino blanco y vino tinto y chocolate.

Servalls es también presidente de la Asociación de Bodegueros de Baleares, que agrupa a doce grandes bodegas y representa al 80% del sector.

¿Vive un ‘boom’ el cultivo del vino? Sí, reconoce que se da un auge de muchas pequeñas bodegas, y aporta datos: en apenas cinco años se ha triplicado el número de bodegas en Mallorca, donde ya hay sembradas unas 2.000 hectáreas de viñedos.

El vino está de moda, y cada vez más estos caldos de sabor mallorquín se ofrecen en los restaurantes de los hoteles, acompañando a los platos de cocina típica mallorquina e internacional”.

 

Bodegues Macià Batle