El Trampó es una mezcla harmónica, proporcionada y afinada de tomate, pimiento verde mallorquín y cebolla mallorquina. Aceite, sal y nada más.


Todo lo demás que se añada o se quite son variaciones mal hechas sobre el mismo tema. Admite que añadamos ingredientes como manzana, alcaparras, un par de aceitunas, patatas o judías hervidas, garbanzos… pero por ejemplo un lata de atún ya no se admite y no hablemos de añadir barbaridades como las banderillas envinagradas: eso no es Trampó.

La mezcla tiene que ser harmónica y proporcionada: mucho tomate, poco pimiento y menos cebolla. La calidad de los ingredientes es muy importante. Los pimientos tienen que ser de un verde blanquecino, un poco jugosos y la cebolla blanca mallorquina y tierna.
Por lo tanto se tiene que saber escoger los elementos, y elaborarlos bien.

Como es un plato que se hace de manera rápida, no entraremos en si el tomate ha de estar pelado o no, o si hemos de quitarle las semillas.
El pimiento bien limpio, obligatoriamente sin semillas. La cebolla cortada a lo largo, no se puede permitir un Trampó  con la cebolla picada a trocitos, un poco de seriedad con las cosas del comer!


“Trempar”

Trempar, es una combinación de mezclar, remover, combinar y condimentar, esta es la secuencia correcta para la construcción de un buen Trampó.
Tomate, pimiento verde, cebolla, sal y aceite. Se recomienda, primero la sal y después el aceite. No se tiene que abusar, ha de quedar húmedo, pero no han de nadar los ingredientes.