Es un representante poco conocido del tronco bovino encarnado convexo del área mediterránea, repartido por todos los países que rodean este mar. En las islas se encuentra, la partición más primitiva de este tronco formado por la vaca mallorquina, junto con las vacas de Córcega y Cerdeña.

La vaca mallorquina en la actualidad, a pesar de la importancia que tiene su presencia milenaria en nuestras islas, sólo hay un grupo muy reducido de animales, en peligro constante de extinción.

Origen de la vaca mallorquina

Los expertos en etnología zootécnica dicen que este tipo de bovino deriva del bos primigenius, que llegó al Mediterráneo occidental desde Egipto, extendiéndose posteriormente por todo el norte de África y sur de la península Ibérica. El comercio marítimo entre los diferentes países de esta área, del cual las islas eran una plataforma logística ideal, favoreció la presencia de este tipo de ganado, que se ha mantenido hasta el día de hoy con un más que aceptable grado de pureza. La actuación decidida de determinados ganaderos, muchos de ellos a título individual, y grupos de criadores asociados, desarrollada durante la última mitad del siglo pasado, ha conseguido mantener a la raza hasta la actualidad y fijar las bases para su selección y mejora.

 

Caracteres generales

Es una raza muy rústica, de marcado tipo ambiental, fuerte, buena reproductora y con gran instinto maternal. Su tamaño es más bien pequeño y su color es castaño, que varía desde el claro rosado al oscuro casi negro. El peso de la hembra adultas es de 300 a 350 kilos y el de los machos adultos pasa los 450 kilos.

Datos generales

La raza dispone de libro genealógico, publicado en el Boletín Oficial de las Islas Baleares en fecha 10 de junio de 1999, y el mes de junio de 2002 tenía inscritos en los registros 12 toros, 127 vacas, 57 bravas y 14 terneras. Su presencia en Mallorca, de acuerdo con los hallazgos hechos en los Talayots es superior a los dos mil años, y su número, según los historiadores llegó a ser muy elevado en los siglos XIII y XIV.

En la actualidad, una de las funciones mes valoradas de estos animales es el control de la vegetación ambiental de estas zonas, ya que la vaca mallorquina tiene una alta capacidad de aprovechamiento de plantas lignificadas o muy fibrosas (carrizo) no utilizadas por otras especias, lo que la hace imprescindible para el control de este tipo de vegetación. El bajo número de animales existentes hace necesarias una serie de actuaciones urgentes, con el fin de garantizar su supervivencia.